O cómo puede perder el sentido el reclamo por la voz de la mujer japonesa.
La historia se desarrolla en un gran colorido y gran estudio. Una chica alude mediant diferentes historias con personajes cómo define su cuerpo y su mente sin tener que ser juzgada por la sociedad japonesa que tan duramente presiona y controla los objetivos y formas de ser de las féminas orientales.
Aún no sé cómo definirla, llena de colorido pero tambinén de sinsentido, pierde toda la fuerza y el mensaje que quiere expresar y comunicar con todo el tinglado que monta, ya que los papeles se intercambian entre los protagonistas, el falso rodaje da una esperanza de película con un hilo real, cuando lo que hace es mostrar una complicada metáfora sobre la representación de esa sociedad manipluadora y dictaminista. Y el final ya me mató.