
Millie es una joven que, tras perder su trabajo, acepta un puesto como sirvienta en la lujosa pero inquietante mansión de los Winchester.
Pronto se da cuenta de que algo no está bien en la casa y con sus habitantes, especialmente con Nina, la dueña, que actúa de manera errática.
La Asistenta, es la adaptación cinematográfica del thriller homónimo de Freida McFadden, que literalmente, lo petó.
Y no es fácil llevar a la gran pantalla un éxito literario donde toda la trama principal transcurre básicamente en una casa.
Vamos por partes.
La película, es una fiel adaptación al libro, todo lo que se ve, es de origen McFadden, es más que una adaptación literaria, es literal, ya que no hay espacio para ninguna licencia creativa.
Además, el director Paul Feig, opta por simplificar la historia a un triángulo amoroso y destructivo, siendo descuidados personajes tan importantes como Enzo.
Pero no quiero seguir haciendo comparaciones con el libro
Ciñámonos a la película.
Las interpretaciones son correctas, sin demasiadas pretensiones, Brandon Sklenar hace muy bien del perfecto príncipe azul, hasta que deja de serlo, momento el cual, le encuentro falta de maldad y la vena psicópata necesaria cuando el film da la vuelta a la historia.
Respecto a Sydney Sweeney, es un publireportaje de ella en ropa interior en diferentes partes del día y de la casa, extremadamente sexual y a la vez, con una candidez natural. Su vena violenta, que hemos visto en otras de sus películas, han servido muy bien para darle el dinamismo y estocada final al problema del que ha de salir.
El papel de Amanda Seyfried, es sin duda de los más difíciles de interpretar en esta cinta, teniendo que interpretar una mentira muy bien construida para ser creída, y finalmente, tener una personalidad propia tan distinta a la que muestra.
La primera parte, la que hace de completamente desquiciada, lo hace muy convincente, en cambio, su parte ‘real’ le falta fuerza.
Y ese es el problema de la cinta, que basado en la historia que cuenta, le falta fuerza por varios motivos.
La parte de princesa de hadas está muy bien representada pero el espectador en seguida ve que hay algo que está mal, y no debería sospechar nada hasta que Nina lo muestra pq pierde efectividad.
Y cuando trata la parte real, le falta determinación a los personajes y sobre todo, monstruosidad a él.
Tiene un buen inicio, con un desarrollo flojo que hace que el desenlace solo sea producto de la resolución del problema, porque da la sensación que a media película, el director acaba de acordarse que el público ha leído la novela y no ha de poner tanto empeño.
La pregunta es, ¿la recomendaría?
Sí, avisando que es un film ligero basado en un libro que, aunque con costuras si te paras a pensar, tiene más sentido la trama apoyada por el bagaje de sus personajes.