Blackwater es una épica saga familiar en seis entregas, que la editorial Blackie Books está publicando en catalán y castellano, de febrero a abril y a razón de una cada 15 días.

La historia comienza un día de Pascua de 1919 en Perdido, un pequeño pueblo de Alabama rodeado de ríos, y abarca varias generaciones de un clan de ricos terratenientes liderados por una poderosa matriarca cuya autoridad se ve amenazada por la llegada de una misteriosa forastera decidida a inmiscuirse entre ellos.

Llena de personajes en constante lucha por el poder, y con un toque sobrenatural, Blackwater posee una atmósfera única que hace que su lectura sea tan apasionante como envolvente.

Desde su publicación en 1983, esta saga (con temas como la brecha de género, el peso de la tradición, el matriarcado, el mestizaje y la diversidad) no ha dejado de reeditarse en Estados Unidos.

En ella, Michael McDowell volcó algunos de sus temas predilectos:

LA FAMILIA, ESE MONSTRUO

«Las familias me parecen violentas, opresivas, manipuladoras… y por eso también me resultan especialmente interesantes. No tengo familia cercana, solo amigos. Y cuando tienes amigos desde hace tantos años, se convierten en relaciones horizontales».

La familia es el tema central de Blackwater, en torno al cual gira toda la trama. En contraste con estas relaciones elegidas y horizontales, para él la familia es un sistema social vertical (edad, recursos, poder) que conlleva intrínsecamente situaciones de dominación y estrategias de alejamiento.

LA VENGANZA

«La venganza es una emoción muy importante, pero solo funciona en los libros; no en la vida. Probablemente por eso es tan agradable verla triunfar en una novela. Para cuando has imaginado y llevado a cabo tu venganza, todo ha cambiado y ya no produce ninguna satisfacción. En la ficción, sin embargo, la venganza es posible. Y eso me divierte. Me parece incluso más divertida que el amor, y mucho más satisfactorio».

Al desarrollar la saga de Blackwater a lo largo de varias décadas y generaciones, Michael McDowell se vale de una trama cocinada a fuego lento para urdir venganzas y relaciones mucho más profundas y satisfactorias.

ESTILO LITERARIO

«Lovecraft me enseñó muchas cosas, y la que más marca mi trabajo es el espíritu propio de cada lugar. También me enseñó a utilizar los sentidos, sobre todo los que no suelen asociarse a la escritura, como el oído y el olfato».

La forma extravagante en la que retrata a sus personajes, su retrato del sur de Estados Unidos y su estilo cínico son también producto de sus propias lecturas, y en particular de la influencia de dos autores: Eudora Welty y H. P. Lovecraft.

ESCRITURA VISUAL

«Las películas transcurren en tiempo real, por lo que es posible que se produzcan acontecimientos repentinos. Pero en un libro no funciona así. ¿Cómo ralentizar al lector? ¿Cómo hacer que se acelere? Son cosas que hay que aprender, pero es difícil. Stephen King es muy bueno en eso, y creo que yo también. Consigues estos efectos con palabras largas, palabras cortas, frases largas, frases cortas, sonido: palabras abreviadas o palabras alargadas. Es una de las cosas que se aprenden escribiendo mucho».

Michael McDowell subraya la diferencia fundamental entre el cine de terror y la literatura de terror, que en su opinión reside en la temporalidad de la acción. Como guionista, domina las escenas visuales y las incorpora a sus novelas para crear efectos casi cinematográficos. Más que la historia, es este tipo de imágenes tan visuales lo que estimula su imaginación e impulsa su trabajo