Los hermanos Fernando, un joven cocinero y soñador que busca su propio camino, y Alberto, un idealista que lucha por la libertad,son cocineros del mejor restaurante francés de Barcelona, pero huyen a Cadaqués por las implicaciones políticas de Alberto. Una vez allí, quedan atrapados por el «ambiente mágico» del lugar, impregnado por la presencia del artista universal Salvador Dalí. Jules, el excéntrico propietario del restaurante El Surreal, los contrata como friegaplatos y les hará compartir su obsesión por Dalí. Mientras esperan ansiosos la llegada del artista, Fernando se enamora de Lola, la hija de Jules, quien le influirá para empezar una verdadera revolución en el mundo de la cocina.
Esperando a Dalí, inspirada en el mítico restaurante Bullí, no solo es una película sobre un joven cocinero que busca la inspiración, sino también una oda a la libertad, la creatividad y la belleza de la Costa Brava. La película nos transporta a la España de los años 70, un período difícil en la historia de España, de cambio y transformación, y nos sumerge en el mundo del arte, la gastronomía y la política.
Jules, es el excéntrico dueño del restaurante, es un artista frustrado que busca la perfección Y sueña que el gran pintor Dalí vaya a su restaurante a cenar, mientras intenta contactar con gala la mujer de Dalí, para convencerla de que venga el artista al restaurante. Y Lola, la bióloga marina, es una mujer libre e independiente que representa la nueva generación.
La dirección de David Pujol está marcado por recuerdos y moments, así como personajes reales, que el director le rinde respeto y un recuerdo incorporándolos de diferentes formas en la película. El film está llena de momentos mágicos y visuales que te transportan a la época y al lugar.
Esperando a Dalí es una película deliciosa, conmovedora, luchadora y te hará reír, llorar y reflexionar. Es una película que te invita a soñar y a perseguir tus sueños mientras sientes la belleza de la vida.
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