El mundo de los fantasmas y espíritus es un tema recurrente en países mexicanos y asiáticos y poseedores de las historias más tremendas y extrañas.

Y en esta ocasión, Impetigore no es una excepción, puesto que el tema versa sobre fantasmas asiáticos.

Atraída por una promesa de herencia, una joven regresa a la aldea donde nació. Sin que ella lo supiera, los aldeanos esconden un plan siniestro, uno que puede requerir su propia muerte.

Aunque la historia se sirve de buenas ideas así como de bastantes elementos que podrían atemorizar hasta al más valiente, se queda muy a medias, ya que la  puesta en marcha, no se ejecuta de forma creíble o que pueda atraer al espectador.

Si seguimos por la pobre actuación de los actores protagonistas y la mala calidad de los de relleno, o los escenarios tan de cartón piedra… es un film que, aunque empiece con un buen misterio y te llevas de regalo algún que otro susto, deja bastante agujeros arguméntales así como una puesta en escena demasiado de mentira.

Entiendo que el Sitges Film Festival 2020 quiera apostar por el cine internacional asiático, y más de estas características, seguramente con dificultades para su difusión y visibilidad, pero creo que precisamente Impetigore no es la película acertada para ello.