O cómo, a veces, la muerte es la aliada ante el gran sufrimiento.

Susana, una preciosa chica de raza gitana es encontrada brutalmente asesinada al día siguiente de su despedida de soltera. La inspectora Elena Blanco, junto su equipo de élite, BAC, tendrán que cazar al macabro asesino ya que ha sido asesinada por una incisión en su cráneo y la inserción de gusanos en la cabeza, de la misma forma que murió su hermana!!!! Pero el asesino de su hermana está en la cárcel…. o no fue él, o fue un imitador, o un cómplice o…. quién es capaz de hacer esto!!??

Narrado en tiempo presente y en formato de capítulo corto, nos ayuda en la dinámica de la acción, dando la sensación de ser un tren que poco a poco se pone en marcha y ya no para hasta estrellarse.

Pocas florituras y detallando lo importante, sin grandes descripciones y allanando el terreno para la accion que se desarrolla.

Personajes bien descritos a medida que la historia se desgrana, al igual que los sitios y las historias de cada uno.

Aunque se nota que está escrito por una mujer, por las inquietudes, detalles y sentimientos, creo que a veces le da demasiadas vueltas a las cosas y veces ranqueamos por falta de ellas. Quiero decir que se repite demasiadas veces en el dolor de la inspectora que queda muy claro y que a veces lo embota con Mina y grappa, como qué a veces se consiguen evidencias, pruebas o pistas con un mínimo de acción que podría haberse invertido más tiempo en explicar y deleitar al espectador que contemplar la desdicha de la inspectora.

La historia del niño contada en 3 partes, haciendo una diferenciación entre el principio, la mitad y el final, me parece una opción curiosa de co tar una historia que además de despistar, no ahorra en detalles escrupulosos.

En general, creo que es un buen libro para disfrutarlo , dejando una puerta abierta a su segunda parte La Red Púrpura.