Tras pasar 10 años en la cárcel para cubrir a su jefe, Soo Hyuk sale por fin de la prisión. Pero pronto descubre que, durante el tiempo que ha estado en prisión, ha sido padre de una niña. Soo Hyuk quiere romper los lazos con el mundo criminal, pero cuando su jefe comienza a dudar de su lealtad, éste contrata a un famoso asesino para silenciarle. Cuando el sicario toma como rehén a su hija, Soo Hyuk decide vengarse de la forma que mejor sabe: con violencia.

Cómo os podéis imaginar, cumple religiosamente con todos y cada uno de los requisitos esperados de un thriller de estas características que Cine Asia nos propone: paternidad, violencia, amor, venganza, sangre, acción y todo lo que implica una cinta de estas características, locura, malos malísimos y malos loquísimos.

Además de actuar como protagonista, Jung Woo-sung también dirige y escribe este thriller lleno de acción.

Sin duda alguna, carne de este Festival, y sobre todo, para el tipo de público que le gusta el cine asiático muy movido.

Sin duda, es un film para pasarlo muy bien, deleitándote con cada pelea, con una acción atrevida y muy loca, y aunque esperas el siguiente frame o por donde va ir la trama, no te decepciona en ningún momento pasándolo muy bien a lo Too Fast Too Furious: