Mildred, niña precoz y lectora empedernida, retoma el contacto con su padre ausente, un ilusionista en horas bajas, con el fin de demostrar la existencia de una bestia de la mitología neozelandesa. A pesar de que las acampadas no son lo suyo, juntos vivirán grandes aventuras. Elijah Wood protagoniza una comedia entrañable e imaginativa de aroma clásico que hará las delicias de los fans de Taika Waititi.
⭐️⭐️⭐️

Un Feel-Good en el Sitges Film Festival 2024

Cuando piensas en el Sitges Film Festival, lo primero que viene a la mente son las películas de terror, ciencia ficción y fantasía que suelen dominar la cartelera. Por eso, encontrar una película como “Bookworm”, de Ant Timpson, dentro de este marco, fue una sorpresa refrescante. A diferencia de lo que solemos ver en Sitges, “Bookworm” es una película feel-good, de esas que te dejan con una sonrisa en la cara cuando los créditos finales comienzan a pasar acompañados de una agradable musica e imágenes reconfortantes..

A primera vista, “Bookworm” parece una película sencilla, casi blanca en su propuesta. Pero detrás de esa simplicidad, Timpson nos entrega una historia con varias capas emocionales. En el corazón de la película está la relación entre un padre inmaduro y su hija, una niña madura y amante de la lectura, que ayuda a equilibrar los defectos de su padre con su sabiduría precoz. El personaje del padre, interpretado por Elijah Wood, presenta arrepentimientos y marcado por el miedo a no haber conseguido ninguno de sus sueños habiendo renunciado a tener una familia, es un retrato cercano de los desafíos emocionales a los que muchos adultos se enfrentan. No es una historia de grandes giros o dramatismos, sino una exploración sutil y efectiva de los miedos y frustraciones que se acumulan con el tiempo.

El contrapunto perfecto a este padre algo perdido es la hija, Nell Fisher, cuya interpretación  resulta ser la columna vertebral emocional de la película. Es una niña amante de los libros, con una madurez que supera con creces su corta edad, y que de manera natural guía la reconexión entre ambos personajes. La dinámica entre padre e hija es el núcleo del film, y está cargada de momentos divertidos y conmovedores. Uno de los más memorables es el intento de secuestro, que se maneja de una manera tan absurda y divertida que te atrapa por completo.

El film sigue a estos dos personajes mientras recorren las montañas de Nueva Zelanda, y es a través de este paseo que intentan reconectar y acercarse al otro. Esta sencilla premisa es el punto de partida para una historia de redención, reconexión y autodescubrimiento. Sin grandes aspavientos, “Bookworm” se convierte en una película profundamente humana, donde el peso de las expectativas, los sueños no cumplidos y las (ir)responsabilidades familiares se abordan con ternura y humor.

Además de la historia, la película cuenta con una fotografía espectacular que juega un papel esencial. El entorno natural de Nueva Zelanda, que rodea a los personajes, es imponente y hermoso, y las montañas sirven no solo como telón de fondo, sino como un personaje más en la historia. Los colores vivos y los paisajes vastos hacen que el espectador se sienta inmerso en esta naturaleza casi sobrecogedora. Es fácil dejarse llevar por la tranquilidad de los escenarios, que contrastan con el torbellino emocional que viven los protagonistas.

“Bookworm” es una película que, sin ofrecer giros sorprendentes o grandes lecciones, logra tocar el corazón del espectador. Es de esas historias que parecen sencillas, pero que resuenan por su autenticidad y su capacidad para hacerte reflexionar sobre temas universales: los miedos, los sueños no cumplidos, la paternidad y la madurez. En medio de un festival como Sitges, donde predominan las emociones fuertes y el género fantástico, “Bookworm” ofrece un respiro emocional que demuestra que una buena película no siempre necesita monstruos o sustos para capturar nuestra atención.

“Bookworm” de Ant Timpson es una pequeña joya feel-good que sorprende y reconforta. Aunque su inclusión en el Sitges Film Festival pueda parecer atípica, la película encuentra su lugar con su propuesta sencilla pero emotiva. Una historia entrañable de redención y reconexión entre padre e hija, con un paisaje impresionante que potencia la experiencia visual y emocional.

https://youtu.be/WLjVWIxwpao