O cómo nuestro subconsciente se rebela contra la vida que estamos viviendo y no nos gusta.

Marlo va a ser madre por 3ª vez, ya tiene una hija y un hijo. Su cansancio y agotamiento en la recta final del embarazo es cada vez más latente. Las cosas se complican cuando al nacer la nueva bebé, les cominican que su hijo Jonah no se adapta bien en su escuela y le sugieren cambiarlo a una para niños con síntomas como los suyos. Mark, hermano de Marlo, le regala algo muy especial, una niñera nocturna, para que ella pueda descansar durante la noche y así reactivarse poco a poco y conseguir a volver a tener una vida. Marlo, al principio rechaza la propuesta, pero el cansancio se abre paso a toneladas, por lo que acaba llamando a Tully, su niñera nocturna…. sin duda todo cambiará.

Simplemente, sublime.

Cuidado con los spóilers que podáis leer a partir de aquí.

Me parece impactante ya el cambio de físico que realiza Charlize Theron, ganando decenas de kilos para interpretar a una madre en su tercer embarazo y el post parto, pero su actuación, no hay palabras para describir cómo transmite todo ese cansancio físico y emocional, esa rotura y desconexión entre alma y cerebro, que ya no es persona y está rodeada de vómitos, gritos y exigencias. Simplemente con una mirada, sin tener que decir nada, ya rompe la muralla de la pantalla y no es necesario el diálogo para saber qué es lo que está sufriendo o pensando.

Y Mackenzie Davis, como siempre una moderna con un espíritu emprendedor, joven, lleno de bondad, ingenua y hippie-happy.

Encuentro súper valiente que traten un tema tan arriesgando de una forma tan magistral, el cansancio emocional, la realidad que nadie cuenta a las madres, el desagradecimiento perpetuo, la exigencia permanente de los hijos, y además un crío con unas necesidades que diferentes al resto… los sacrificios que hace una madre, ni se valoran, ni mucho menos, por los pequeños, pero peor aún, por la propia pareja. La falta de implicación por parte paterna en muchos casos, hacen que sea tan duro que sólo haga más que agravar el estado emocional maternal.

Por eso me flipa cómo lo han llevado a cabo, juntando las piezas poco a poco sin que se notará, sin que nos diésemos cuenta de nada, sin ver cómo el cerebro bloquea, moldea y crea, miente e inventa, cómo el cuerpo y el cerebro van por caminos diferentes.

Sin duda, es una película de obligada visualización, para padecerla, compadecerla y disfrutarla