O cómo el voluntariado puede escondes oscuras intenciones.
François Visconti (Vincent Cassel) es un policía alcohólico asignado a un caso de desaparición de un niño. Aunque contará con la incondicional ayuda del profesor del niño, todas las sospechas se dirigirán hacia éste, dando un rumbo muy diferente a lo que al principio se pensaba.
Implacable y cruel.
Black Tide es un film, en el que el papel de tan desgastado, pasado y quemado policía no podría hacerlo otro actor mejor que el francés Vincent Cassel. Pero no hay que dejar de lado la gran actuación de Roamin Duris haciendo de profesor, su pasar sin ser visto para acabar siendo el centro de atención, su papel te enerva y consigue crearte una antipatía natural hacia su personaje, simplemente magnífico.
El desarrollo de la historia me parece duro, pero la historia final te deja tan hecho polvo, que puede que reuses de pensar que es una gran película por este asqueroso final en el que pierdes toda esperanza en el ser humano.
Vidas grises con historias ordinarias, mezcladas por una desaparición y por ansias de romper con tu vida, para conseguir algo mejor.