Uno de los grandes títulos esperados para esta 53ª edición, era la esperadísima película de Brandon Cronenberg, que ya triunfó en Sitges con Antiviral, y en esta ocasión las expectativas eran mayores tras ver su trailer y su estética llamativa, y la verdad, que aunque ha sido muy del género y a acabado gustándome, queda algo justa para los elementos con los que trabaja y combina.

Tasya Vos es una agente de una organización secreta que utiliza implantes cerebrales para controlar el movimiento corporal de otras personas, obligándolas a cometer asesinatos que benefician a toda clase de peces gordos del mundo corporativo. Un día, durante una misión rutinaria, algo sale mal. La agente Vos se ve atrapada dentro de la mente de uno de los sujetos que trataba de controlar, cuyo apetito por la violencia se acaba convirtiendo en su peor aliado, superando incluso el suyo propio.

Uno de los grandes problemas que le noto, es que es terriblemente predecible, y el guión en sí, aunque con algún momento interesante, pero tampoco acaba de atrapar y meterte en la trama

Elogiar las cosas buenas como su puesta en escena, y tanto Andrea Riseborough como Jennifer Jason Leigh están muy bien, pero fastidia decir que es de lo poco positivo que pude valorar de Possessor.

Ha sido una decepción, ya que por la gran publicidad por ser hijo del gran Cronenberg, las expectativas fueron más altas que la calidad del film que encontré: