O cómo ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos.

El Govierno de los Estados Unidos, hace una profunda reflexión después de la muerte de Supermán, y decide reunir a un grupo de criminales muy peligrosos que pueda utilizar en misiones de alto riesgo aprovechando sus habilidades sin temer por la pérdida de sus vidas.
Internados en diferentes cárceles y psiquíatricos debido a su peligrosidad, serán reclutados para crear al Escuadrón Suicida: Harley Quinn (Margot Robbie), Deadshot (Will Smith), Capitán Bumerang, Killer Croc, El Diablo, Katana, Slipknot y todos a las órdenes del coronel Rick Flagg.
Muy pronto tendrán que utilizar a este letal equipo para hacer frente a Encantadora (Cara Delevingne), poseída por una poderosa bruja que pretende convertir a la humanidad en sus esclavos.

Hay que tomarse esta nueva versión de los cómics de DC, como lo que es, una película muy palomitera y sin pretensiones, porque si se va con la intención de ver un gran film, ya os ahorro la pérdida de tiempo.

Con escenas cruciales cortadas, muy poco metraje del personaje del Jóker interpretado por Jared Leto, papel que se había preparado tanto física como psicológicamente para interpretar a tan loco personaje y con gran publicidad que se había volcado en los medios, para no salir más que escasos minutos y muy pobres en su totalidad.

Una Harley Queen muy sobre actuada y poco convincente, con ropas auto impuestas que ni siquiera innovan en su capacidad de vestuario.
El papel de la bruja empieza muy bien, como un personaje atrapado y chantajeado, pero cuando se libera el verdadero poder de esta súper villana, se convierte en unos poderes ridículos y una actuación como tal desastrosa y sin sentido.
Historias metidas con calzador y que no pretenden impactar para nada al espectador.

Me pareció especialmente mala, de las que puedes ver en Telecinco en cualquier momento mientras recoges los platos de la sobremesa, incluso para tenerla de fondo mientras haces otras cosas.