O cómo las leyendas del hombre del saco se hacen realidad y los niños empiezan a desaparecer.

En una pequeña y tranquila población, alejada de las grandes conglomeraciones de la gente, el ruido y el caos, empiezan a desaparecer los niños de forma misteriosa y sin dejar rastro alguno, y cada vez que se investiga más, empieza a tomar forma la absurda idea de que la historia del Hombre del Saco se está volviendo real y viene a por los niños de Cold Rock.

La percepción del visionado del film, para mi cuenta con dos partes bien diferenciadas que es la implementación de la idea del Hombre del saco que viene a secuestrar a los niños y la resolución del misterio.

La primera parte creo que está muy bien lograda, te hace sufrir y pasarlo mal por los personajes, viéndoles ser acusados injustamente y aplicándoles castigos que crees que no merecen. Hasta aquí creo que la película podría haberle dado un poco de misterio, acabarla aquí con la sombra de un hombre que desaparecía en las sombras y acabas una película de miedo, intriga y con la duda de quién era y por qué se los llevaba y por qué no hacía nada a nadie más y con muchos por qués abiertos.

Pero el querer darle una explicación uniéndolo al tema de los miles de niños desaparecidos en Estados Unidos por diferentes motivos, como tráfico de órganos, prostitución o adopción forzada, me patinó muchísimo incluso aburriéndome y provocando la desaparición de la magia que emanaba durante la primera parte, es una explicación que le han querido dar sentido a estas desapariciones como si hubieran inventado otra historia o acoplado otra explicación y creo que la intención era sí o sí darle explicación a las desapariciones.

Que evidentemente se está en contra de todo lo antes comentado, con el tráfico y comercialización de cualquier ser humano, especialmente tratándose de niños, pero es que deberían haber dejado ese halo de misterio flotando sobre las dudas de quién podría ser y el motivo, podrían no haberle dado una explicación racional.

Aunque también hace una clara reflexión de las clases sociales, las obreras bajas comparadas con las altas, las clases que nunca podrán tener las vidas que se les promete en el sueño americano contra los que son y viven ese sueño americano, viviendo sin estrecheces y con comodidades, muy diferente a la vida obrera y precaria en Cold Rock.

Para mi, del aclamado director de Martyrs, me esperaba mucho más, convirtiéndose de una obra de misterio muy bien rodada en una peli palomitera de serie B emitida en Antena 3 un domingo tarde.