O cómo no hace falta hacer otra saga de algo que fue bueno y pasó.

James encuentra una cinta de video en la que supuestamente está su hermana, desaparecida en 1994, en el lugar donde se investigaba el mito y la leyenda de la Bruja de Blair. Acompañado de amigos, va en su busca, adentrándose en el peligroso bosque donde todo aquello ocurrió. Las cosas se complican con una serie de extraños sucesos, pero el más aterrador, levantarse estando rodeados de los mismos extraños muñecos hechos con ramitas y colgados por todos el campamento.

No hacía falta, en serio, no hacía ninguna falta que se volviera a repertir algo así de malo, porque la secuela que hicieron fue mala, pero está es que es insufrible.
No empieza mal, pero es que el desarrollo del film es horrible, y qué decir tiene los típicos sustos que sabes que van a pasar. Ni con escenas muy repulsivas por la suciedad y los efectos de sonido tremendamente alto, no es que no lo arreglan, lo empeoran al extremo que incluso aburre.

Para mi, una pérdida de tiempo, a no ser que seas un gran fan y consumas todo lo que se haga sobre el tema, que entonces, por supuesto, ves como fan, pero sino, os ahorraremos tiempo y dinero.