Estamos en la España de mediados de los 80. Un grupo de amigos, capitaneados por Xavi Font (Jaime Lorente), acaban de llegar a Ibiza persiguiendo su sueño de dedicarse a la moda. Allí les descubre el productor José Luís Gil (Alberto Ammann), un magnate de la industria musical que busca nuevos talentos para lanzar un grupo. Sin tener ni idea de cantar, el grupo inicia una carrera que les lleva de vivir como hippies en Ibiza a llenar estadios en Latinoamérica y revolucionar de paso las discotecas de medio mundo. Crearon un nuevo estilo, fueron perseguidos por fans y ganaron millones… Aunque para ello tuvieron que sacrificar su libertad

La película Disco, Ibiza, Locomía, dirigida por Quique Maillo, nos sumerge en la historia del icónico grupo Locomía, explorando sus orígenes, su ascenso meteórico y su inevitable caída. Mezclando realidad y ficción, la cinta captura la esencia de una época en la que la música, la moda y la transgresión iban de la mano, pero también muestra el precio del éxito cuando el ego y los excesos lo consumen todo.

Jaime Lorente brilla en un papel magnético, dando vida a un personaje atrapado entre la ambición y la autodestrucción. Su interpretación es intensa, mostrando con crudeza cómo el poder y la fama pueden ser tan deslumbrantes como peligrosos. A su alrededor, el film se llena de sexo, drogas y la música electrónica que marcó los años dorados de Ibiza, reflejando un mundo donde el placer y el negocio se entrelazan hasta volverse inseparables.

Con una estética vibrante y una narración que juega con el mito y la realidad, Disco, Ibiza, Locomía no es solo un homenaje al grupo que revolucionó la escena española con sus abanicos y su estilo único, sino también una advertencia sobre los peligros de perderse en la vorágine del éxito.

Un viaje electrizante, excesivo y trágico que nos recuerda muchas cosas del pasado recordadas y añoradas.