o cómo la maldad no tiene límites ni morales ni físicos.
El inspector de policía Sawamura,se siente perdido y frustrado ante la impunidad de la que está librándose el asesino en serie que está atemorizando Tokio y burlando a las autoridades, brutal y despiadado, la única imagen que se tiene de este asesino es que se cubre con una máscara bastante abultada con forma de lagarto. Pero la situación empeorará cuando el asesino llega a conseguir que el inspector juegue en su terreno, donde le tiene preparado una sorpresa mortal.
Bueno, no sé si era por el hype que nos habían contagiado durante el festival como una de las favoritas, pero la verdad, es que no gustó tanto como querría.
Basado en el Manga del mismo nombre, el film sigue un muy buen ritmo, la trama te mantiene en tensión, el misterio y el horror van acorde al estilo tan retorcido japonés, pero llega a un punto sin retorno, donde no sólo se vuelve floja, sino que parece que se ha quedado sin argumento e intenta exprimir hasta la última gota tanto la trama como el personaje enmascarado.
Aunque recomiendo verla, no se convertirá, por desgracia, en una de mis favoritas.
Os dejamos el vídeo de la presentación del film en Sitges Film Festival 2016 por parte del director Keishi Otomo: