El documental comienza con Williams hablando de su infancia en el pequeño pueblo de San Diego, California. Williams siempre estuvo fascinado por los dinosaurios, y comenzó a hacer animaciones de ellos cuando era niño. Asistió a la Universidad de California, Los Ángeles, donde estudió animación por computadora.
Después de graduarse de la universidad, Williams consiguió un trabajo en Industrial Light & Magic, la compañía de efectos especiales de George Lucas. En ILM, Williams trabajó en varias películas de éxito, incluyendo Terminator 2: Judgment Day (1991), Jurassic Park (1993) y Forrest Gump (1994).
Williams fue uno de los principales responsables de desarrollar las técnicas de animación por computadora que se utilizaron en Jurassic Park. El trabajo de Williams en la película ayudó a revolucionar la industria de los efectos especiales y lo convirtió en uno de los animadores más exitosos del mundo.
El documental es duro, te llena de rabia saber la historia que no se contó sobre la genialidad de Williams, y te descubre el mundo del poder tras la gigantesca Jurassic World.
Sin embargo, el éxito de Jurassic Park no vino sin un precio. Williams se convirtió en adicto al alcohol y las drogas, y su vida se desmoronó. El documental explora la lucha de Williams contra la adicción y su eventual recuperación. Todo ello, siempre eclipsado por los magnates del poder, que nunca le dieron la visibilidad, los créditos y la fama que merecían, hechos que le fueron hundiendo hasta dejarlo como muchas veces se ve en el documental, sumido en estados de embriagados.