La trama es absurdamente sencilla: Takemichi Hanagaki, un looser de 26 años, descubre que su novia de la adolescencia, Hinata Tachibana, ha sido asesinada por una banda de delincuentes. Tras un accidente, Takemichi adquiere el poder de viajar al pasado y se convierte en su yo de 17 años. Con la ayuda de sus amigos de la infancia, intentará evitar la muerte de Hinata y cambiar el futuro.

Las dos partes de Tokyo Revengers, la adaptación a imagen real del popular manga del mismo nombre. La verdad es que no esperaba mucho de estas películas, pero me han sorprendido gratamente. Se trata de un espectáculo de acción y violencia sin concesiones, que no deja indiferente a nadie.

Lo que más me ha gustado de la película es el exceso de sangre y violencia, donde no se cortan Los combates son brutales, multitudinarios y perfectamente coreografiados. El director, Tsutomu Hanabusa, no escatima en detalles y nos muestra todo el esplendor de la violencia callejera.

Otro punto a favor es la fidelidad a la obra original. Aunque no me haya leído el manga, he tenido la sensación de estar leyendo las páginas mientras se desarrollaba la película. Los personajes están perfectamente caracterizados y las escenas clave están recreadas con acierto.

Por supuesto, no todo es perfecto. La película tiene un ritmo algo irregular y algunos personajes secundarios son bastante planos, además de escenas de tremendas palizas y se levantan como sin nada o apenas sangrando. Per estos pequeños defectos no empañan el disfrute general de la película.