O como las apariencias engañan y tus hijos son todo los que un padre no desearía no en sus pesadillas.

Kanako es una joven estudiante que desaparece sin dejar huella aparente. Su padre, un violento y esquizofrénico ex teniente de policía, intentará encontrarla por todos los medios, pero poco a poco descubre la terrible verdad, la verdad de cómo es la vida secreta de Kanako.

Con muchas pinceladas en la trama que recuerdan a Old Boy, es un film trepidante, engañoso y brutal.

Aunque una vez más se recurre a la pedofilia, nos muestra (de nuevo) lo podrida que está la gente o lo que la gente puede llegar a pudrir sobre todo con dinero, viejos y con altos cargos son los que siempre pueden no sólo pueden llevar a cabo este tipo de enferma sexualidad sino que además tienen el poder para taparla y seguir con ello.
Y en vogue el amor entre padres e hijos, el amor paterno-filial o … Sentimientos que van más allá.

Está muy bien pensado de nuevo el cóctel que forman el bulling, las drogas y el sexo, mostrándonos así la otra cara de la moneda, lo que se puede llegar a hacer por salir de esa maldita espiral de humillación, el que alguien poderoso te de apoyo y visibilidad y ayuda a dar confianza, aunque sea engañosa.

Muy recomendable, mucha acción, mucha trama de una mente tanto retorcida como cruel.