La franquicia de los mutantes vuelve a nuestras pantallas con una mezcla de estilos que intenta unir la primera trilogía con esa especie de reboot que fue Primera Clase, el resultado, una buena película de acción con grandes efectos y espectaculares escenas de acción.

En un futuro distópico, los mutantes (y no mutantes) son perseguidos por los centinelas, y la única posibilidad para sobrevivir a esta persecución es viajar en el tiempo al momento en el que los centinelas se convirtieron en una amenaza para evitarlo, y esa es una misión para el carismático Lobezno.

La saga mutante tiene tal cantidad de personajes con carisma que es imposible fallar uniéndolos a todos, y es lo que pasa con esta nueva entrega, pero quizás no acaban de aprovecharse los personajes como deben, centrandose demasiado en Magneto, Xavier, Lobezno y Mistica. Tras de ellos, quedan relegados a secundarios de los que se podía haber sacado más provecho.

La elección de los actores no tiene ninguna, pega, entre otras cosas porque ya venia establecida de las anteriores entregas y nos parecían perfectas, quizás la gran incorporación a este universo sea Mercurio, que se convierte en el mejor personaje de la película y nos quedamos con ganas de más apariciones.

Una buena película de acción para continuar esta exitosa saga y que promete una espectacular continuación con esa escena final donde intuimos que aparece Apocalipsis.