En esta ingeniosa e impredecible Bitelchús a la taiwanesa, una fantasma recibe un ultimátum: si en un mes no llama la atención de los vivos con una espectacular demostración de actividad paranormal, desaparecerá para siempre del más allá. Para enfrentarse al reto, contará con la ayuda de un cazatalentos y una diva en horas bajas (los dos espectros, por supuesto). ¿Cuál será su número final, el que la lleve al estrellato?
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Fantasmas que brillan con luz propia

John Hsu, el director taiwanés conocido por su ingenio y capacidad de reinvención, ha entregado una de las películas más frescas y originales del año con “Dead Talent Society”. Esta cinta, que podría considerarse un nuevo Beetlejuice taiwanés, juega con la temática de los fantasmas de una manera nunca antes vista, ofreciendo una combinación de humor negro, sátira social y una estética visual vibrante.

La premisa es tan divertida como ingeniosa: los fantasmas, en peligro de ser olvidados y desaparecer para siempre, deben ganar popularidad a través de un concurso al estilo Got Talent. Este planteamiento es oro puro para una comedia satírica que critica la obsesión contemporánea por la fama y los medios de entretenimiento masivos, mientras reimagina el clásico tema de lo sobrenatural. Es un enfoque fresco que logra revitalizar el género de fantasmas, otorgándole una nueva dimensión plagada de humor y originalidad.

El humor negro de “Dead Talent Society” es uno de sus puntos más fuertes. Hsu maneja los gags y situaciones cómicas con una sutileza que solo los maestros de la comedia saben emplear. A pesar de tratarse de fantasmas, la película nunca cae en lo macabro o desagradable; al contrario, está repleta de situaciones hilarantes y actuaciones que logran mantener al espectador riendo de principio a fin. Las actuaciones, desternillantes y perfectamente calibradas, logran equilibrar el tono absurdo con momentos de ternura y reflexión.

Visualmente, la película es un deleite. Los colores llamativos y saturados contribuyen a darle vida a un mundo fantasmal que está en constante movimiento. Este uso del color no solo embellece el fotograma, aportando dinamismo y energía a la historia, haciendo que la acción fluya sin descanso. La película se mueve a un ritmo vertiginoso, pero en ningún momento se siente apresurada o desordenada, sino que cada escena es una pieza bien encajada en este intrincado rompecabezas visual.

No sorprende que “Dead Talent Society” haya cosechado premios en festivales de cine alrededor del mundo. Esta fresca y nueva mirada al mundo de los fantasmas ha encantado a audiencias y críticos por igual, gracias a su combinación de ingenio, un guion bien estructurado y un elenco talentoso. John Hsu ha logrado lo que pocos: ofrecer una película que, a pesar de tocar temas ya conocidos, se sienta diferente, como si hubiéramos redescubierto un viejo mito bajo una nueva luz.

“Dead Talent Society” es una de esas joyas cinematográficas que ningún amante del cine puede perderse. Divertida, ingeniosa y original, es una película que da una vuelta de tuerca al género de fantasmas, haciéndola imprescindible en el panorama actual.

https://youtu.be/PgmWdokIDsE