O cómo querer hacer el bien no justifica los extraños medios para llegar a ello.

Seth tiene una vida monótona y aburrida y se gana la vida trabajando en la perrera, hasta que un día el el autobús se encuentra con una antigua compañera de instituto, preciosa y fuera totalmente de su alcance. Su obsesión por ella estar con ella llegará a tal extremo que el secuestro le parecerá una gran idea para retenerla, pero el secuestro oculta algo más que la obsesión por su belleza.

Una vuelta de tuerca a una historia de amor convierda en obsesión. Aunque durante toda la película lleva un buen ritmo y la historia que cuenta es buena, le falta gancho, más pasión, tal vez una huída complicada o querer que la historia de ella se torne más oscura, mostrando más angustia por su secuestro en una jaula, etc…, pero sin duda te deja con querer que hubiera sido de otra manera.