El señor Machi es un empresario aficionado a los lujos, el dinero fácil y las mujeres. Una persona despreciable que abusa de su poder y posición, pero que de pronto se encuentra en una situación límite: una mañana, a plena luz del día, pincha una rueda. Su sorpresa llega al descubrir en su maletero el cadáver desfigurado de un desconocido. Alguien le ha tendido una trampa. Ahí comienza una ruta desesperada para deshacerse del cuerpo, descubrir su identidad y saber quién está detrás de todo esto. Alguno de los muchos enemigos que ha ido cultivando con los años, desde su propia esposa hasta compañeros de trabajo, pasando por guardaespaldas o políticos. Pudo ser cualquiera de los que ha pisado durante estos años para seguir trepando o para consolidar su poder, porque para Luis Machi, las personas resultan tan insignificantes que de lejos parecen moscas.

Ernesto Alterio está magistral en el papel de Machi., es que parece hecho a medida, como los trajes que luce. Es un personaje odioso y repugnante, y aunque siempre tiene suerte por que sabe de qué hilos tirar, también lo hace muy bien cuando los hilos se le rompen.

Como buen camaleón que es, Alterio lo hace tan convincente que es imposible apartar la mirada de ese ser asqueroso. Hay que decir que el resto del reparto también está muy bien, con menciones especiales para Mara Bestelli, Claudio Rissi y Tomás Pozzi, y este último, con su papel del Cloaca, que es una increíble puesta en escena de la tiranía de la fuerza.

La película está basada en la novela Que de lejos parecen moscas de Kike Ferrari, y Moreno ha sabido adaptarla con maestría al cine. La historia es un retrato crudo y descarnado de la corrupción y la violencia, en este caso Argentina, pero puede ser cualquier país en cualquier situación de corrupción.

La película sigue la misma fórmula que en su momento se hizo con su anterior película,  Ventajas de viajar en tren, también basada en una novela homónima y así deconstruir su historia en un rompecabezas con el que invita a los espectadores a seguir para ir juntando las piezas.

La historia se desarrolla plagado de momentos cómicos  y hace gala de un especial humor negro, que a veces ayuda ayudan a suavizar el impacto.

Lo único que me patina es el final, que aunque no voy a hacer spoilers, el directo Aritz Moreno declaró que se havia ceñido al libro, y aún así… ese final no me queda del todo claro…