La historia gira en torno a un excursionista que se encuentra en el desierto para fotografiar un eclipse solar cuando encuentra a un niño perdido. El excursionista decide ayudarlo, pero pronto descubre que ha cometido un error fatal: ahora un grupo de adolescentes sádicos lo tienen prisionero.

Al principio, la película tiene un buen ritmo y una atmósfera inquietante con el sol del desierto quemándote y pasando el frío que deja por las noches. La fotografía, especialmente los planos del desierto, son muy chulos, haciéndote una idea de lo chungo que tuvo que ser rodarla.

Pero para mí, el film tiene un problema fundamental: es demasiado larga. La cinta dura 99 minutos, y creo podría haberse contado la misma historia en 60 o 70 minutos.

Este exceso de metraje lastra la intensidad de la película. En algunas escenas, la tensión se diluye por culpa de los excesos de relleno, quitando metraje añade más tensión y miedo sobre el destino del desdichado.

Creo que hubiera ganado mucho si hubiera profundiza lo suficiente en las historias y desarrollos de los niños y en la crueldad de los adolescentes. Apenas se sabe nada de ellos, ni de sus motivaciones. Esto hace que sean personajes planos y poco creíbles.

Se centra en exceso en el protagonista y alterna con su compañera, que enseguida te hueles la tostada y ya sabes el por qué de la situación de ella, aunque te pierdes en el desde cuándo y el sentido de todo ello…

Auque es una película con un buen planteamiento, para mí queda muy coja y en exceso larga para la historia que narra.