O cómo una de las peores películas de la historia se convierte en viral tras su making off hecha película.

Tommy quiere hacer una película, de hecho quiere hacer una gran película, de amor, acción, donde él es el protagonista absoluto, director, escritor y casi de todo, todo ha de controlarlo, ha de salir como él lo tiene estructurado en su imaginación. Pero la realidad es otra muy distinta, escenas curtes, de vergüenza ajena, sin saber interpretar y llevándose mal con su mejor amigo, que le guía y aconseja, se sient traicionado cundo éste empieza una relación con una chica.

Un film increíble, basado en hechos reales, y lo peor es que puedes llegar a sentir esa tensión, esa vergüenza ajena, la complicidad de las miradas entre las personas que han de convivir con él.

Realmente James Franco representa el papel de tan grotesco personaje a la perfección, imitando al real, calcando sus movimientos y su forma de hablar.

Además en Los créditos de la película se comparan imágenes del film real con el rodada por James Franco, y es impresionante cómo ha calcado no sólo el atrezzo, sino los colores y muebles iguales, además de que en la secuencia los personajes no sólo van igual vestidos, sino que imitan hasta el último gesto del personaje que interpretan.

Realmente un trabajo cuidado, estudiado y con una dedicación completa para tan icónica película.

El personaje es enigmático 100%, aparece de la nada, no se sabe nada de él, ni edad, ni la procedencia, ni si ha trabajado alguna vez, además él siempre dice que tiene una edad alarmantemente más joven de la que aparenta además de tener un acento contrario al que dice ser su lugar de procedencia… todo un misterio de personaje.

Un film de un “cómo se hizo” muy logrado, con grandes escenas, con dósis de humor amargas y con una misma realidad interpretada diferente por los personajes que la viven.