O cómo la saga no deja de perder fuelle y cada episodio es más potente, si eso es posible.
Mientras que la Resistencia se prepara para una lucha sin tregua contra el Primer Orden, Rey, con la ayuda de Luke Skywalker, intenta desarrollar sus nuevas habilidades de Jedi.
Esta vez con mucho humor al estilo de Los Guardianes de la Galaxia, apto para todos los públicos pero con una pizca de mala leche, aunque hay que recordar que las originales ya destilaban de este tipo de humor, por mucho que haya sido criticado.
Aunque hay escenas que quizás se tuvieron que haber rodado de otra manera o quizás ser completamente diferente a lo que se ha visionado, el gusto por la acción, el amor, la lealtad y la familia, siguen siendo los valores que rigen esta saga.
Con sorpresas finales, como siempre, a veces hay que hacer un acto de fe y creerte la situación.
Además, los que ya tenemos una edad y hemos seguido todos los capítulos y los Cañón también, da mucha pena saber que será la última película donde aparecerá la fallecida y eterna Prncesa Leia.
Por supuesto, grandísima interpretación de los jóvenes protagonistas, Adam Driver y Daisy Ridley, que le dan una realidad, un odio y un amor, que traspasa la pantalla, la fuerza que transmite Adam con la determinación con la que interpreta Daisy.
Sin duda alguna, un visionado obligatorio, no sólo para los seguidores de Star Wars, sino que cualquier menor puede verla y disfrutar de un film lleno de acción, aventuras, batallas galácticas, luchas con espadas láser y poderes Jedi.