Julian es un exitoso diseñador de videojuegos torturado por un oscuro secreto un le condiciona su ser. Cuando Diana aparezca en su vida, Julian comenzará a ver una oportunidad de ser feliz. Según Vermut, “Mantícora” habita en el mismo universo de terror cotidiano que el resto de sus películas hasta la fecha. “’Mantícora’ habla de un verdadero monstruo, ese que vive entre nosotros, algo con lo que te puedes topar en el metro o en la cola de la panadería.

Según Vermut: “Habla de la necesidad de un monstruo de amar y ser amado (…) Es una historia sobre el amor y los monstruos en los tiempos modernos».

Y es que no se puede estar más de acuerdo con el director, Carlos Vermut, que no solo habla del monstruo que habita en cada uno de nosotros, sino en la oscura  batalla que cada uno libra para mantener a ralla nuestra horrible deformidad a ojos de la sociedad, una batalla contra nuestra propia natura, nos guste o no, de algo con lo que nacemos sin haberlo pedido y nos toca ocultar y lidiar contra ello para que no se libere y el monstruo gobierne a la persona.

Una tremenda historia costumbrista, que de pronto impacta ante la cruenta realidad, que puede pasarle a cualquier persona de tu entorno y marca para siempre un trato, un antes y un después.

El actor principal, Nacho Sánchez, desgarra por su tremenda naturalidad y mimetismo con el entorno que ha de rodearle; en cambio la actuación de Zoe Stain no hace gala suficiente al papel que desempeña, o tal vez su guión no era el más acertado, pero le daría otra vuelta a su interpretación.

Pero ni por un momento pasa desapercibida el toque narrativo de Vermut, tan natural, tan social, tan de estar por casa, que su verdad aún hace más daño. Una vez más, me impacta, conmueve, horroriza y aplaudo la historia de este genio: