Una pareja jubilada con una deuda considerable intenta ganar una competición de baile. Un ministro sospechoso de defraudar impuestos. Una adolescente que tiene un explosivo encuentro con su primera vez, pero a todos ellos, las cosas no les irá como esperan.

Cruel, magnífica, sátira pura de los recortes presupuestarios para recaudar dinero, humor negro y escabroso, y una línea fina de karma.

Aunque empieza con mucho diálogo, teñido siempre de sorna y sátira, poco a poco, las cosas se van poniendo seria, y aunque nos guste el momento que el Ministro llega a una casa, y la metáfora que todos imaginamos, es curioso porque lo mismo, evidentemente no sirve para otros casos.

Interpretaciones divertidas, que en todo momento hace que entres en el film, con diferentes historias que todas se unen entre ellas.

Maravillosa, nada ética, muy gamberra que poco a poco, virará a una brutalidad tan aplaudida como deleznable