Dos desconocidos entablan una conversación durante un largo viaje en avión y se hacen amigos. Uno de ellos es un sospechoso en un caso de desaparición no resuelto, el otro, un agente encubierto tras su pista.
Thriller de alta intensidad, con dos interpretaciones mayúsculas de Joel Edgerton y Sean Harris, basado en la historia real de una de las mayores investigaciones y operaciones encubiertas de Australia.
El director Thomas M. Wright, es también actor en series como Top of the Lake y The Bridge, además en Everest del 2015 y El hombre del corazón de hierro en el 2017, da el salto a la dirección en 2018 con la premiada Acute Misfortune.
Brutal, saber que es un caso real y todo lo que se tuvo que llegar a hacer para hacer caerse sin sospechas a un asesino, es realmente un caso policial poco común.

El relato avanza a medida que se construye la relación entre Mark y Henry, movidos por el negocio de la droga, en ese teatro armado por la policía para descubrir al segundo. A medida que su vínculo se desarrolla, distintas frases, secuencias y escenas que en apariencia no dicen algo, comienzan a encajar en la narrativa. Aunque su tensión no es sostenida, la sensación de que algo está por descubrirse en cualquier momento acompaña a todo el film. Cuando no se trata de un asunto entre sus protagonistas, entran en juego los secundarios para dar balance y retorcerse más.

Un film gris, donde la tensión no se palpa, pero va creciendo con la película, y hace que las interpretaciones de los dos protagonistas adquieran ese peso necesario para la argumentación y el peso requerido en el film: