El 13 de octubre de 1972, el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, fletada para llevar a un joven equipo de rugby a Chile, se estrella en un glaciar en el corazón de los Andes, donde pasan meses antes de ser encontrados, exhaustos, al límite de sus fuerzas y descubriendo la terrible realidad con la que tuvieron que coexistir.

Increíble, magnífica en todos sus sentidos, brutal, magna, interpretaciones que te dejan sin aliento, situaciones en los que se te congela el habla, momentos en los que las lágrimas son imposibles de retener. Una vez más, después del imparable Lo Imposible, vuelve con más fuerza, con una desgracia de la naturaleza en la que la bondad de las personas ante situaciones extremas, haga que la Humanidad aún merezca la pena.

La sociedad de la nieve creo que se ha de convertir en obra maestra del cine español, por muchos motivos, eso sí, creo que no dejará indiferente a nadie. Es una película que merece ser vista en las grandes pantallas antes que en Netflix, ya que la majestuosidad del paisaje ha de ser vivido en cines y sentir eses frio glacial que va acabando con las almas de los presentes.

Bayona ha abordado este tema tan delicado con un enorme respeto, narrando la historia desde el punto de vista de los supervivientes. La película no cae en el morbo del canibalismo, sino del relato de la supervivencia

Nos habla de las condiciones humanas en situaciones extremas, en la capacidad de superación que ni imaginabas a la que se podría llegar, y sobre todo, debido a todo ello, a la innegable necesidad de perdón.

La película está magistralmente dirigida, con una fotografía impresionante que recrea los inacabables y gigantescas cordilleras de los Andes. La fotografía es sublime. Bayona ha recreado una atmósfera desoladora y claustrofóbica que nos transporta a la fría y hostil,. La fotografía es realista y cruda, pero también es bella y mortal.

Las actuaciones son magistrales. El reparto, formado por Enzo Vogrincic, que interpreta a uno de los supervivientes, y cuenta con la participación de otros actores uruguayos, como Agustín Del Moral y Francisco Barreiro, están soberbios. Todos transmiten con gran realismo el miedo, el dolor y la esperanza de los supervisvientes.

La puesta en escena es impecable. Bayona ha sabido recrear con maestría el accidente, el rescate y la supervivencia de los supervivientes. La película está llena de momentos de tensión, emoción y suspense.

Pero lo más importante es que la película está contada desde el respeto y el perdón. Bayona ha tratado temas tan delicados, no solo la pérdida de seres queridos, sino de la ingesta de éstos para que el resto pueda sobrevivir, y lo ha tratado con una gran sensibilidad y respeto sin caer en vejaciones. Es más, no se ve ni un solo hueso o cadáver durante el film, solo se ve un fotograma de unos segundos, cuando el espectador ya está sensibilizado con el tema y lo ha asimilado totalmente.

No pienses en lo larga que es, que no te tire para atrás los 144 minutos de duración, porque mientras la estás viendo, Bayona con su estilo narrativo, te regala la sensación de estar solo 60 minutos de proyección.

No ha querido juzgar a nadie, sino simplemente contar la historia desde el punto de vista de los supervivientes, pero la sorpresa, que no la desvelaremos, es quién la cuenta.

Estoy seguro de que La sociedad de la nieve será una de las películas más premiadas del año y se lo merece.

(Consejo para verla; lleva clínex y quédate hasta los créditos)