O cómo un asesino de niñas pone en vilo a toda una ciudad Noruega.
Cerca de Oslo, un hombre mientras pasea a su perro encuentra a una pequeña niña ahorcada en un árbol. Unos hermanos, huyendo momentáneamente de la asquerosa situación familiar, jugando por el bosque, encuentran otras dos pequeñas en la misma situación que la anterior: ahorcada en un árbol, con una mochila escolar, con una nota que lee “Viajo Sola”. Aquí es cuando el habilidoso y deslumbrante equipo del inspector Munch ha de entrar en juego para parar a este salvaje asesino en serie en una ciudad donde nunca pasa nada.
Un libro que me pasó desapercibido en su momento, ya que tiene unos 3 años mínimo, y que recuperarlo ha sido una grata sorpresa.
Aunque la verdad, que los nombres noruegos me despistan un poco, nombres impronunciables a nuestro alfabeto o nombres que merecen femeninos y son masculinos y a la inversa, se hace un acto de fe y a por ello.
Me ha gustado bastante en general, lo que pasa es que los primeros capítulos de Mia en la isla, encuentro que son muy pesados, entendemos por lo que está pasando, pero no hace falta, una y otra vez seguir con lo mismo.
Me gusta la forma en la que narra, ya que las historias de unos personajes son desgranados por las historias de otros, o se describen a través de los ojos e impresiones de otros, una manera ágil de describir haciéndose liviana al lector.
La historia, está bien pensada y bien ideada, ya que te orienta hacia donde el autor quiere que vayas, y de golpe, booom, se gira la tortilla y no te esperas el suceso.
Una lectura muy recomendable, en general ágil, con capítulos no demasiado largos y con una narrativa rítmica acorde con las historias y personajes que son partes activas.