O cómo en un momento débil de nuestra vida podemos ser absorbidos por una secta y hacer con nuestra voluntad lo que quiera.

Justin es secuestrado en la carretera y conducido a una cabaña donde le aguarda su familia, puesto que quieren recuperar a Justin, puesto que desde que ingresó en una secta su voluntad está completamente a las órdenes de esa comunidad. Pero pronto la famialia no sólo tendrá que lidiar con la voluntad inquebrantable de Justin sino con la secta que quieren recuperar a su oveja del rebaño.

Aunque salga en un corto papel Stephen Dorff ni mucho menos es una garantía de una gran película, al contrario ya que los actores dejan mucho que desear, sobre todo los que hacen de padres, entre sobre actuados y un palo de cartón piedra.

La historia, aún teniendo unos buenos elementos de juego como es la secta, Justin que se les une, etc… no explica mucho mas que hubiera podido dar más intriga y enriquecerla como trama.

Pero, si se va con unas expectativas más bien bajas y sabiendo qué es lo que vas a ver, entonces, sin duda alguna, hay que verla.