Succession, por Jesse Armstrong.

Logan Roy es un Un vino lobo de los negocios, astuto, cruel y un duro negociador, pero su salud le requiere delegar su imperio de holdings y grandes empresas ramificadas por todo el mundo, en manos de sus 4 hijos: Roman, el pequeño y menos responsable de todos, Shiv, la única hija del heredero, despiadad fría y calculadora como su padre, Kendall, el actual CEO de la compañía el cual le sigue un pasado de drogas y alcohol que le hace no ser tomado todo lo en serio que el se propone, para llegar a sustituir a su padre, y finalmente Connor, el mayor, un pelele que nada tiene que ver con la agudeza comercial de sus hermanos.

Magnífica, sin eacrúpulos, una mezcla de Game of Thrones con House of Cards, pero con más maldad y con sentimientos heridos y resentimientos encontrados.Grandes personajes llenos de codicia, afamados por el dinero y el poder, por encabezar el sitio del viejo Logan, llenos de mentiras y re sentimiento. Sin duda un cóctel a punto de estallar que harán las delicias de los que hemos disfrutado viendo hasta dónde son capacaces de llegar por el trono.

Personajes que odias al momento, y parece que no puedas odiarlos más hasta la próxima jugada que hacen, que piensas, pero cómo se puede caer tan bajo.

Asesorados por grandes del mundo político y financiero, The Sccession se convierte en un tablero de ajedrez en el que hay que derrocar al rey, pero verás que es imposible porque tiene demasiados peones a su servicio, además de causar un miedo incontrolable.

Todos, absolutamente todos los personajes, son unos egoístas que sólo piensan en ellos y no hacen nada que no les beneficie, por lo que te engancha aún más la espiral de poder y movimientos estrategas que está rodada.

Con una banda sonora de vértigo (AC/DC, Beastie Boys…) y una cover de Nicholas Britell que en seguida intuyes un baile de emociones y una acción a un ritmo que no esperas, música disfuncional para una familia altamente degenerada.

La 1ª temporada se puede ver en HBO, y por suerte, la cadena ha renovado a una 2ª temporada, donde el desenlace del último capítulo te hace aplaudir diciendo “puto amo!”.