O cómo el mejor engaño del diablo es hacer creer que no existe.
En un modesto pueblo que vive del cultivo, empiezan a sembrarse extrañas y macabras muertes así como explosiones de violencia y transformaciones violentas de los familiares de los fallecidos. Pronto la situación empeorará con la creencia del mito de un diablo japonés que castigará la zona.
Sorprende cómo se transforma la película y poco a poco te va atrapando, y lo que al principio es una semi comedia se transforma en un film cardíaco lleno de tensión, zombies, posesiones, demonios y espíritus.
Una clara referencia a Poltergeist pero a lo oriental, por lo que la sangre y el terror de hacen con este film.