Tras caer dentro de un material químico desconocido, tres adolescentes descubren que al estornudar pueden viajar veinte años al futuro. Allí ocupan sus cuerpos adultos y observan qué ha cambiado a lo largo de dos décadas. Lo que parece una manera inofensiva de pasar el rato resulta tener consecuencias imprevistas, que escalan la situación hasta proporciones apocalípticas. Asombroso coming of age de ciencia ficción.

⭐️⭐️⭐️

El cine chino sigue ampliando sus horizontes, y con “Escape Frontal the 21st Century”, el director Li Yang nos introduce a una experiencia cinematográfica que desafía las convenciones tradicionales del género de ciencia ficción y los viajes en el tiempo. En un filme que combina elementos visuales explosivos con una narración no lineal, Yang ofrece una obra que no deja indiferente y que se destaca tanto por su ambición estética como por su estructura caótica.

Un frenesí sensorial

Lo primero que impacta de “Escape Frontal the 21st Century” es la intensidad sensorial que propone. Li Yang emplea un arsenal visual y auditivo que bombardea al espectador desde el primer minuto. Los colores saturados, los contrastes exagerados, y las secuencias que parecen sacadas directamente de un cómic o manga, convierten a la película en una obra gráfica que se siente a la vez como una ilustración viviente en un viaje psicodélico.

A diferencia de otros países asiáticos que han dominado el cine de género —como Corea del Sur y Japón, más familiarizados con el público occidental—, Li Yang apuesta por una obra completamente china, tanto en su estilo visual como en su estructura narrativa, marcando un refrescante contraste con las películas más convencionales de ciencia ficción que provienen de estos países, donde la estética visual, aunque vibrante, tiende a ser más contenida. “Escape Frontal the 21st Century” no tiene reparos en romper estas barreras y llevar al espectador a un terreno que combina lo espectacular con lo abstracto.

La narrativa: un reto constante

La película narra múltiples viajes en el tiempo que entrelazan diferentes líneas temporales, pero lo hace de una manera que podría desorientar incluso al espectador más aplicado. Las transiciones entre momentos en el tiempo son fluidas y, a menudo, inesperadas, lo que, junto con la marea visual, puede hacer que el público se pierda en la trama. Parece buscar que el espectador se vea atrapado en el caos que viven los personajes y experimente la confusión de estar inmerso en un mundo donde el tiempo y el espacio ya no siguen reglas coherentes.

El riesgo de esta estructura narrativa es que algunos espectadores pueden sentirse abrumados. En lugar de eso, Li Yang prefiere dejar que el espectador se vea arrastrado por la vorágine temporal que presenta, lo que convierte a “Escape Frontal the 21st Century” en una experiencia de cine más festivalera.

Una de las herramientas más poderosas que utiliza Li Yang en la película es su fuerte influencia gráfica. La estética del cómic es evidente no solo en la representación visual, con viñetas que prácticamente saltan a la pantalla, sino también en la manera en que se desarrollan las escenas de acción. Hay momentos en que la película parece un manga en movimiento, con imágenes llenas de fuerza que se alternan con momentos de quietud impactante, como si estuvieras pasando las páginas de un cómic. Los personajes parecen estar diseñados con una estilización propia del arte gráfico, con exageraciones en sus gestos y en la paleta de colores que los rodea.

Los colores no son solo brillantes, son agresivos. Li Yang utiliza colores saturados para crear un ambiente casi alucinante, amplificado por un diseño sonoro igualmente invasivo. Los sonidos propios de cada escena pulsaciones electrónicas o ritmos industriales, contribuyen a crear una atmósfera inmersiva y a veces opresiva que guía al espectador a través del caos narrativo.

Un festín para los fans del género 

Su estructura en los saltos temporales y la sobrecarga sensorial pueden resultar excesivos para algunos, pero aquellos que disfruten del cine y la ciencia ficción encontrarán en la película una joya del género. Este tipo de propuesta es ideal para el circuito de festivales, donde los límites de la narrativa convencional son constantemente desafiados.

“Escape Frontal the 21st Century” no es una película para todos los públicos, pero quienes estén dispuestos a adentrarse en su caos visual y auditivo descubrirán una obra llena de creatividad. Li Yang demuestra con este filme que el cine chino está más que preparado para ofrecer una alternativa a los estilos predominantes en la ciencia ficción asiática, y lo hace con una película que resulta una experiencia divertida.